Nos encontramos en pleno verano, en semanas en las que los termómetros alcanzan las máximas temperaturas del año. El calor llega a ser tan intenso y se prolonga durante tanto tiempo que en cierto punto del verano ya incluso dejamos de mirar la previsión del tiempo, sabiendo de sobra lo que nos espera. Sin embargo, si somos propietarios de un coche, debemos saber que nosotros no somos los únicos que notamos los efectos de las altas temperaturas, ya que nuestros vehículos también lo hacen. Nuestra experiencia como taller mecánico en Sevilla nos ha demostrado que, en verano, hay componentes de nuestros vehículos que sufren especialmente con el calor. Puesto que es una época en la que solemos realizar largos desplazamientos, ya sea para escapadas o para irnos de vacaciones, es fundamental prestar atención durante el verano a estos elementos y así evitar una avería que estropee nuestros planes.
Neumáticos. Los desplazamientos largos con el asfalto a altas temperaturas aceleran el desgaste de los neumáticos. Por eso debemos, en primer lugar, revisar el estado de desgaste comprobando el dibujo de los neumáticos. También es muy importante realizar revisiones periódicamente de la presión de los neumáticos, ya que un nivel de presión demasiado bajo provocará una mayor fricción con el asfalto y un nivel demasiado alto puede tener como consecuencia el desgaste irregular de los neumáticos.
Niveles de líquidos. Los líquidos del vehículo, cuando se encuentran expuestos de forma prolongada a altas temperaturas, pueden sufrir variaciones en sus niveles. Por ello, es de gran importancia que, con el motor apagado y frío, revisemos que los líquidos (refrigerante, frenos, aceite y limpiaparabrisas) se encuentran en los niveles recomendados.
Motor. En los días de más calor es fundamental controlar la temperatura del motor, ya que de ser excesivamente elevada puede afectar negativamente a su funcionamiento. Si observamos en el indicador que la temperatura rebasa el nivel recomendado, se recomienda reducir la marcha (y las revoluciones del motor), sin detener el motor de golpe, apagar el aire acondicionado y abrir las ventanillas. Aquí podemos revisar también el radiador, que es el componente encargado de refrigerar el motor, comprobando el nivel del líquido de refrigerante y que no haya residuos que estén afectando en su rendimiento.
Frenos. El sistema de frenado puede verse afectado por las altas temperaturas. Este es el motivo por el que hay que comprobar, en primer lugar, el estado del líquido de frenos. Asimismo, se recomienda hacer una prueba circulando y así comprobar que el pedal del freno no esté ni demasiado duro ni demasiado blanco y que la distancia de frenado no sea mayor de lo normal.
Sistema de aire acondicionado. Es muy común que los fallos en el aire acondicionado no se detecten hasta cuando más lo necesitamos y es un gran inconveniente que, cuando vamos a emprender un desplazamiento un día caluroso, nos demos cuenta de que hay una fuga de aire y no conseguimos enfriar el interior del vehículo. Por tanto, se recomienda anticiparnos y comprobar que el sistema refrigera correctamente antes de realizar trayectos largos.
Para que ninguna avería estropee tus vacaciones, como taller mecánico en Sevilla recomendamos que si detectas en tu coche que algo no está como debería, o si quieres asegurarte del estado de salud de tu vehículo y de que todo está en orden, dejes tu coche en manos de profesionales. En nuestro taller revisamos y preparamos tu coche para que tus desplazamientos en verano sean seguros para ti y los que te acompañan.